Carlos Valverde

Transcomunicación instrumental

Del 8 de març al 10 de maig

Inauguració 8 de març a partir de les 18h

Dins el cicle Pertorbaciones comissariat per Jordi Antas

Una vez atravesado el umbral, el héroe se mueve en un paisaje de sueño poblado de formas curiosamente fluídas y ambiguas, en donde debe pasar por una serie de pruebas. Ésta es la fase favorita de la aventura mítica.

Joseph Campbell. Escritor y profesor estadounidense (1904-1987)

Transcomunicación Instrumental es un ensayo expositivo centrado en los canales abiertos de comunicación, los espacios ocultos y el rol activo del espectador que, más allá del deseo o la desilusión, de la certeza o la confusión, o del misterio y el conociemiento, generan un estado de expectativa tensa y de posición extrema sobre las conexiones espaciales y sus arquitecturas. Es decir, una creencia o experiencia de una realidad percibida -tanto el espacio como la arquitectura- como algo esencial desde el uso de la física y la tecnología, a través de un trabajo técnico hecho por el hombre.

En este sentido, la propuesta parte directamente del término Transcomunicación Instrumental, una práctica que se descubrió y se desarrolló durante la década de los sesenta hasta la actualidad, la cual consiste en establecer un proceso de comunicación -presuntamente- con el origen en el más allá, mediante dispositivos electrónicos como radios, grabadoras, videocámaras, etc… Unos ejercicios visionarios que tratan de generar teorías científicas sobre un supuesto “mundo subterráneo”, enfrentando el conocimiento racional y lógico con otro de origen incierto e impreciso.

Un punto de partida, el de la relación paranormal y los fenómenos aparicionistas, que supone para Carlos Valverde (Cáceres, 1987) un proyecto específico para Capella de Sant Roc que, a partir de diferentes procesos abiertos de comunicación, se apropia del espacio expositivo para plantear una conquista de su arquitectura. De esta manera, si trasladamos -a modo de paralelismo- la conexión paranormal con la conexión entre diferentes espacios mediante el juego comunicativo (un guiño a las características que adquieren los vasos comunicantes de B. Pascal), deja visible algo parecido a un espacio pasivo y otro que se debe activar. Para ello, Valverde divide el espacio expositivo a partir de la construcción de un muro, y unas indicaciones con las cuales accionar el siguiente espacio: muro-puerta-cerradura-llave. Un entorno con un alto valor metafórico y poder simbólico: el de atravesar el umbral para que la confusión y el misterio se apodere, al mismo tiempo que el espectador se convierte en usuario del dispositivo.

De este modo, Transcomunicación instrumental se articula mediante un trabajo sobre el estudio del territorio y el espacio arquitectónico. Una herencia del proyecto llamado ADYTON, una serie de trabajos en los que lleva investigando Carlos Valverde desde el 2012, y los cuáles se desarrollan a partir de una arquitectura localizada e intervenida, y en la que mediante bloques de estudio como la tecnología, la representación y el misticismo, profundiza en las particularidades del hecho escultórico que afecta a lo arquitectónico y a sus audiencias. Adyton significa en griego “inaccesible”, y por lo general, es una de les tres secciones de un templo egipcio, dedicada a la divinidad del propio templo, y por tanto, recupera esa idea de cámara acorazada o sarcófago imposible de acceder. En definitiva, Transcomunicación instrumental es un proceso en que lo interesante no se encuentra en el contenido de cada secuencia, sino en las elipsis que quedan en el aire entre un espacio y otro, y en los cuales encontramos el sentido final del conjunto: un sistema abierto e interconectado entre audiencia y territorio espacial.

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