Mercedes Mangrané y Gerard Ortín


El descenso
Del 13 de diciembre al 31 de enero 2015
Inauguración 13 de diciembre a partir de les 18h
Dentro el ciclo Perturbaciones comisariado por Jordi Antas


Get a
life, not a life-style era uno de los eslóganes propuestos por Hakim Bey para referirse a la proliferación de hobbies a principios de los noventa. El hobby gozaba de una invisibilidad muy particular, cuando el aficionado todavía no había comenzado a invadir la esfera pública a través de internet. El potencial de una red de actividades minoritarias, locales, de individuos que se agrupan en colectivos pero que operan de manera autónoma parecía dibujar un esquema social especular. Esta individualidad distraída, esta idea de pasatiempo introspectivo -pero compartido al mismo momento- apuntaba una huida hacia un espacio evasivo, un acto solitario que desplaza de todo aquello que no es trabajo y que remite a un intento de refugio. Es decir, un posicionamiento impulsado por diferentes estímulos hacia un entorno liberado.

A partir de este punto de partida, El descenso nos lleva a un recorrido bajo tierra, que analiza de manera exhaustiva las aficiones y el ocio, por un lado -a través de la fantasía de convertirse en pseudoexploradores-, y la paradójica idea de sentirse en libertad en espacios cerrados, por el otro. Un punto de partida cercano a los relatos de Julio Verne en Viaje al centro de la Tierra, o en la actitud y el rastro que nos deja Francesc Español (1907-1999), un profesor nacido en Valls que se adentró en varias cuevas de la zona en busca de su pasión: los insectos tenebriónidos y la bioespeleología. Dos posicionamientos opuestos y distantes entre sí -la afición y el aislamiento- que comparten una estrecha complicidad: la reclusión y la evasión. Un binomio a modo temporal básico que, aplicado a estos dos términos y planteado como un ensayo expositivo, encuentra una actitud de confrontación y diálogo entre estas dos posiciones.

Para conseguirlo, Mangrané y Ortín parten del pretexto de seguir el rastro de un insecto coleóptero cavernícola -l’Speophilus espanoli– descubierto en la Cueva del Traça de Valls por el mencionado profesor vallense y, de la mano de Andreu García como experto en aventuras bajo tierra, nos invitan a adentrarnos en un juego subterráneo, errático y eufórico, oculto y delirante. Un sistema de trabajo que lleva a investigar de manera multidireccional otras intersecciones, límites y posibilidades que van desde cuevas, profundidades, búnkeres, pasillos, sótanos y minas de agua, las cuales convergen en una Capilla como espacio intermedio destinado históricamente al refugio y la paz. Una revisión del mundo subterráneo en sentido no-lineal definida desde las premisas de patrimonio etnológico, frontera geográfica, ecosistema o laboratorio experimental desde la que Mangrané y Ortín -igual que en anteriores trabajos conjuntos- analizan el control sobre lo salvaje y la exploración poética en varios espacios de un contexto determinado.

Con El descenso finaliza el ciclo “Perturbaciones”. Para este proyecto se han previsto las siguientes actividades paralelas: visita al búnker de Valls y a las minas de agua, a cargo de Andreu García, y presentación de las seis publicaciones de cada uno de los proyectos que han conformado el ciclo expositivo en la Capella de San Roc durante la temporada 2013-2014.

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